De la marca personal al posicionamiento personal: Transforma tu vida

De la marca personal al posicionamiento personal: Transforma tu vida

Ya he escrito alguna vez acerca de la infobesidad que satura el mundo actual de información. Tanta que nos resulta imposible asimilarla. En 1997, cuando todavía no existían Facebook ni Twitter ni las redes sociales, William Van Winkle calculó que un solo ejemplar de la edición dominical del New York Times contenía más información de la que un europeo del siglo XIX podía adquirir en toda su vida. Como es normal, nos resulta imposible abarcar toda esa información, y nos abrumamos. Así que tendemos a especializarnos. ¿En qué nos especializamos? Nos especializamos en lo que nos importa, en lo que nos interesa, en lo que nos apasiona. Normalmente serán nuestros hobbies o nuestro trabajo.

Nos convertimos en especialistas de una mínima parte de la información, mientras que en la inmensa mayoría de los campos de conocimiento somos unos perfectos ignorantes. Si resulta que tenemos que tomar una decisión en cualquiera de esos ámbitos que desconocemos, necesitamos recurrir a expertos.

Además nos damos cuenta, casi sin querer, de que nosotros también nos convertimos en expertos. Por nuestra especialización somos puntos de referencia en ciertos ámbitos para amigos, familiares o compañeros que nos preguntan acerca de temas en los que somos expertos.

Porque todos somos expertos en algo. Todos tenemos algo que aportar. De repente nos encontramos con que somos una parte activa de este mercado de las ideas, y nos damos cuenta de que nuestros conocimientos, nuestras ideas, ayudan a otras personas.

Si queremos tener éxito en el mercado de las ideas y posicionarnos como líderes de un campo de conocimiento concreto, tendremos que seguir cuatro pasos:

En qué somos expertos

El primer paso es identificar nuestra área de expertise. El campo de conocimiento donde aportamos algo de valor. Baltasar Gracián ya planteaba que todos podemos tener éxito si descubrimos cuál es nuestra principal virtud. Para ello es necesario hacer un ejercicio de introspección sobre nosotros mismos para saber en qué somos expertos. El autor canadiense Malcolm Gladwell establece que si dedicamos 10000 horas a una actividad, habremos adquirido un nivel de maestría en esa materia. Pero eso no es suficiente. Además tenemos que trabajar en nuestra idea para que sea nueva, una tesis diferencial que aporte valor al debate en el área de conocimiento donde se identifica.

Moldear nuestra tesis

Una vez hemos identificado nuestra área de maestría y nuestra idea diferencial, tenemos que moldearla para poder explicarla de manera fácil de entender para cualquier persona. Lo bonito de este ejercicio de reflexión es que por el simple hecho de hacerlo ya estamos mejorando a nivel personal. Ahí empieza el posicionamiento personal como experto.

Comunicar el conocimiento

El siguiente paso es comunicar nuestra idea de manera eficaz y sencilla. Hay gente muy inteligente, eruditos con mucha experiencia y muy bien valorados que no saben transmitir a la sociedad todo el potencial de su pensamiento. Por eso es importante escoger los canales idóneos para comunicar.

Una vez hemos escogido estos canales, tenemos básicamente dos opciones de difundir nuestro conocimiento. Una es el análisis – explicar conocimientos complicados de forma sencilla para que los entiendo todo el mundo – y otra es el how to, el cómo hacer algo – describir paso por paso un proceso en el que seamos expertos y que podemos explicar a otras personas.

Posicionamiento como líderes – marca personal

En el momento en que empezamos a transmitir nuestro pensamiento, entramos sin quererlo en el mercado de las ideas. ¿Cómo nos posicionamos en el mercado de las ideas? ¿Cómo podemos tener éxito en el mercado de las ideas? La marca personal es el proceso continuo de establecer tu imagen en la mente de otros, de tal forma que te perciban de una manera determinada. En suma, es la promoción personal a través de la percepción que los demás tienen de uno. Es importante entender que no podemos construir nuestra propia marca personal como nos venga en gana. El éxito y la marca personal nos los otorgan las audiencias en función de nuestra tesis.

Normalmente la gente está muy focalizada en el éxito inmediato, cuando eso es algo evanescente, efímero, que no aguanta. La clave es dedicarse a buscar cómo te puedes desarrollar tú al máximo para poder aportar a los demás, y el éxito te llegará como un reconocimiento de lo que has llegado a ser. Lo bonito es que este éxito depende sólo de uno mismo. El único concepto que es relevante en la marca personal es tu propio desarrollo personal. Claro que te llevará tiempo, pero poco a poco lo podrás hacer.

¿Estás de acuerdo? ¿Aún no sabes en qué eres un experto o cómo estructurar tus ideas y tu aportación? Puedes escribirme o compartir tus opiniones en los comentarios de este post.

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Comments

  1. Buenos días Daniel, en mi caso comentarte que no tengo ninguna pasión. Me considero una persona del montón y bastante miedosa. Esta situación no me gusta puesto que me encantaría mejorar pero creo que no destaco en nada concreto. Actualmente soy funcionaria y por las tardes me dedico totalmente a mi hijo de 13 años. Me gustaría cambiar un poco mi rutina pero, como lo hago? Una saludo y muchas gracias

  2. Lo principal, no es únicamente lo experto que seas en una herramienta sino para que fin la uses y de ese modo explotes su potencial que en esencia es el tuyo propio.

    Nuestra principal virtud, no tiene porque ser una, pueden ser varias, como arroja el libro ‘El Elemento. Descubrir tu pasión lo cambia todo’ (Ken Robinson). Lo que ocurre es que depende de la etapa de nuestra vida en que nos encontremos, tenemos más o menos conocimiento de todas nuestras posibles vocaciones.

    En mi caso, ahora abarco varios ‘social media’ que usaré para difundir no sólo mi trabajo (actividad principal) sino lo que abarca un proyecto y como yo me rijo por algo que me motive.

    Eso propiciará el aprendizaje y evolución de esas herramientas, para llegar al fin que me interesa, es decir, a transmitir ese mensaje de la mejor de las maneras.

    No soy profesional ahora en todos los artículos que hago en mi blog, pero lo seré. ¿Por qué? Porque la gran mayoría de los artículos que hago están sirviendo para actualizar mis conocimientos en herramientas que me interesa conocer bien, para un proyecto mayor, donde converjan sino todas, sí, la gran mayoría.

    Por cierto, años atrás me comentaron que EE.UU. estaba formando a una serie de personas en varios ámbitos con el fin de que en caso de ocurrir una guerra nuclear, estas personas aptas en varias materias, fueran capaces de levantar la civilización de nuevo. Y es que como dices, la especialización conlleva la falta de aprendizaje de otras áreas y no sé hasta que punto es bueno eso.

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